Llegué a Relacion-arte con las ideas muy claras y una mochila muy grande. Me parecía complicado conocer una chica de mi edad que encajase conmigo y no saliese huyendo al saber de mis dos hijos, que son verdaderos terremotos, y apareció Isa, que es la dulcura personificada y hoy además la luz de nuestros días. Cada día damos gracias por tenernos y al equipo de Relacion-arte por habernos presentado. ¡Quien me iba a decir que volvería a sentirme así de ilusionado!